THE
A Small Town with a Big Secret
Capítulo 1
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Frío en el alma
La Haya (Holanda), lunes 13 de febrero de 2012.
A las 8:22 a.m. con un frío que llega hasta los tuétanos, Marly Gustafsson se prepara para salir de la suite 1308 del Hotel Des Indes. Siempre que viaja a La Haya se aloja en el Des Indes. Le parece suntuoso. Podría elegir algo más, pero siempre termina en la misma habitación con vistas al oeste, como le enseñó su esposo, hombre de hábitos sencillos, capaz de convertirlos en experiencias memorables; de mente calculadora y una habilidad sobrenatural para anticipar el futuro.
Esa ubicación privilegiada le facilita caminar por los alrededores, visitar la exposición permanente “Escher en Palacio” y degustar un suculento café vienés (con licor irlandés), en la esquina de Denneweg, donde continúa el pequeño y sofisticado The Julios, quizás la verdadera razón que justifica toda la logística previa, porque no olvida que allí escuchó por primera vez poemas de amor en sueco y entonaron juntos canciones de Manzanero en español.
Su marido. ¡Cómo lo extrañaba! La soledad era cosa seria cuando había que aparentar ser fuerte y no sentir miedo, sabiéndose tan débil y vulnerable ante lo desconocido.
A veces cerraba los ojos para pensar en él y creía adivinar en algún rincón de ese silencio inútil los rumores de su voz itinerante, ronca por el tabaco Captain Black de la pipa que tanto disfrutaba. Podía percibir hasta su recia loción One Million como si anduviera por ahí, sin importar dónde, ni haciendo qué, pero cerca de ella. Soñaba despierta, imaginando su risa mientras jugaba con sus dos hijos, intentando evadirse a un estado de conciencia diferente, donde todo lo que ocurría pudiese resultar solo un mal sueño.
Abre los ojos y se encuentra con el canal del tiempo en el televisor. Informan que en La Haya la temperatura es de seis grados centígrados, con pronóstico de fuertes ventiscas para esa mañana de invierno. De nuevo la dura realidad, frío en el alma.
A pesar de ser la heredera de una gran fortuna, extraña Colombia, su tierra, darse el gusto de un buñuelo recién freído y un chocolate caliente, rodeada por el afecto de su familia. Pero es hora de enfrentar el mayor reto. Salvaguardar a sus dos hijos y luchar por todo lo que PG (como cariñosamente lo llamaba), les ha legado antes de marcharse. “Peter Camilo y Pablo Federico son los nuevos dueños de la Naviera de la familia Gustafsson”.
Peter Jerónimo Gustafsson IV era un hombre cálido, a pesar de haber nacido en los gélidos campos de Suecia, país escandinavo al norte de Europa. Su padre, Peter Alexander Gustafsson III, fue magnate de la industria naviera, al igual que Peter Daniel Gustafsson II, su abuelo, también ministro de relaciones exteriores durante la Segunda Guerra Mundial.
Superando la helada del 9 de febrero de 2012, Marly aterrizó en el aeropuerto de Rotterdam con un retraso razonable, por la fuerte nevada. Su jet privado la llevó de Ibiza a Holanda en menos de dos horas. Marly adoraba Ibiza, donde el clima era cálido y los recuerdos menos penosos. Había resuelto llegar con unos días de anticipación a su audiencia de descargos ante el gran jurado y reunirse con su abogado Erjan Evers, a planear mejor la estrategia para defenderse de sus acérrimas enemigas. Sin duda lo más placentero del viaje era volver a sentarse en la pequeña mesa del The Julios, pedir un croissant con chocolate, y sentir cómo sus sentidos volvían a embriagarse bajo el efecto del fino licor. Aprendió a complacer esos sencillos caprichos dos lustros atrás, cuando el hombre de sus sueños la inspiró a comportarse como una mujer libre, por más que su herencia latina y piel trigueña, constituyeran para algunos un pecado imperdonable, incompatible con una aristócrata millonaria. Su “amada suegra”, Helena Bengtsson de 72 años, y Annika Gustafsson, hermana menor de Peter, no podían entender cómo la radiante morena de apenas treinta y dos años, proveniente de un país subdesarrollado, educada por padres adoptivos alemanes en Múnich y madre de un par de gemelos hermosos (para ellas bastardos), estaba a punto de heredar una fortuna calculada en varios miles de millones de euros.
Inevitablemente darían la pelea.
Ni Helena, guardiana de los secretos más íntimos de su casa (al fin y al cabo amaba profundamente a su primogénito y sabía que se había casado por amor), ni Annika Gustafsson (o la boa, como la apodaba PG), gerente y administradora plenipotenciaria de la tercera naviera más grande de Suecia, entendían las razones que movieron el corazón y descifraron el cerebro del naviero sueco. ¿Por qué su inconmovible contramaestre las había cambiado por una morena “sudaca*”? De solo pensarlo se enardecían y llenaban de razones para no dejarse desplazar. Les costaba asimilar que Peter hubiera entregado todo su cariño a una desconocida de costumbres tan diferentes, que prefería la salsa y el vallenato al vals y el ballet. Convencidos de tener la razón, Annika y el bufete de voraces abogados que contrató se propusieron ganar a como diera lugar. Estaba dispuesta a utilizar todas las artimañas necesarias, legales o no, con tal de evitar que Marly y sus hijos heredaran lo que por más de cuatro generaciones habían cosechado por derecho propio sus ancestros.
La batalla decisiva, si así debía ser, se libraría en los juzgados.
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*Expresión despectiva para referirse a los sudamericanos.
Acerca
Del libro
Tras conquistar con su belleza, inteligencia y coraje el corazòn del magnate naviero Peter Gustaffson (PG), la expracticante Marly Tatiana Montoya (MT), nacida en Colombia y adoptada por padres alemanes, es ahora la heredera de una gran fortuna. Ante la dificultad de poder embarazarse de la manera acostumbrada, talentoso galenos aconsejan a la pareja utilizar una tècnica de reproducciòn asistida con òvulos donados. Su donante, apodad "la aviona", es otra emprendedora joven colombiana, que asume el compromiso de trascender aportando lo màs valioso que puede dar.
Inspirado en hechos reales, el viaje de Marly apenas comienza y el final resulta ìmpredecible, porque Annika (su cuñada), y Helena ( su suegra), luchan por conservar el legado de cuatro generaciones nòrdicas.
¿Podràn los gemelos Gustaffson conservar sus derechos patrimoniales?
¿Lograràn los abogados arrebatarles el futuro que sus padres intentaron asegurar?.
Haciendo alarde de su prodigiosa habilidad para anticiparse al futuro, PG arrojarà una Luz de esperanza desde su guda percepciòn de la vida y la muerte. Pero, ¿llegarà a tiempo?.
Oscuros secretos podrìan ser develados y, sus protagonistas, quedar al descubierto.
¿Habrà justicia en la Haya? ¿prevaleceràn los estigmas de una sociedad clasista y excluyente sobre el don màs preciado: la vida?.
AUTOR
ALBERT GEORGE
Por medio de esta obra de ficción, inspirada en hechos reales, me he propuesto dar a conocer realidades y vivencias que me han sido confiados, en mi labor como médico especialista en reproducción asistida, utilizando un lenguaje sencillo y coloquial, para que el lector reconozca en cada ser un milagro.
Ginecólogo y Obstetra Especialista en fertilidad y reproducción humana.